¿QUÉ ES LA CANALIZACIÓN Y PARA QUÉ SIRVE?

   Desde una perspectiva espiritual el

   acto de canalizar se refiere a la

   conexión que se puede establecer

   con distintas "fuentes conscientes"

  para recibir informaciones y mensajes

   que favorecen el autoconocimiento,

   la autoexploración y el desarrollo

  personal.

 Gracias a las canalizaciones conscientes

 se puede obtener apoyo, inspiración,

 ánimo, más claridad o coherencia... Nos

 pueden ayudar a resolver nuestros

 asuntos pendientes, cambiar viejos

 patrones de conductas, equilibrar

 nuestra energía, etc.

¿Quién puede canalizar?

  Cada persona es como una "esponja"

  que "absorbe, descifra e integra lo

  que percibe y recibe de los distintos

  planos de la realidad a través de sus

  sentidos. Por eso todos poseemos sin

  discriminación la capacidad de

  canalizar, ya que todos somos

  "receptores" o "canales" por naturaleza.

Formas de canalización

 Existen múltiples maneras de canalizar

 que se ajustan a las percepciones

 sensoriales más afines o más

 desarrolladas que uno tiene (visual,

 auditiva, quinésica, intuitiva, psíquica...).

La canalización y este enfoque terapéutico

 La canalización es el pilar central de

 esta terapia, por brindar informaciones

 provechosas y siempre acordes con el

 proceso de quién se entrega a este

 "método". Al proceder de fuentes de

 alta vibración desprovistas de ego,

 propicia una "base segura" de datos

 que luego pueden ser interpretados

 con ecuanimidad.

 En una primera fase se canalizará a

 través de la radiestesia, el contacto, el

 tacto y el masaje energético para

 descubrir las disonancias que se

 manifiestan a nivel físico. En una

 segunda fase  se profundizará y sellará

 el reajuste de los distintos planos del

 ser entre sí canalizando el campo

 energético global con las manos.